panoptico

lunes, 4 de agosto de 2008

Resbalas de mis labios otra vez,
eternamente...
sin pánico que agobie,
con dolores, con recuerdos que persisten
hasta el sueño foribundo.

Desde la luz del crepúsculo
que mancha con soledad el final de mi día,
me grita ¡ Carece!
y miserablemente su rostro dibuja sonrisas.
Calla y no persistas, invades mi razón sin sentido
y nada en ti es real.

Debes perecer ya lo he dicho mil veces,
todo con silencio...
tus palabras vacías no regocijen mi don divino.

Alado y cruel.
Desgarrador y errante...
Sigues, te desapareces... te vistes, te vaz.
Calla; seguir es entregarse a mis pies.
Rechazo tu bondad,
pero no lo sabras.
Porque no vez... tu aura encandila.
Mira siempre a contra luz